Hablemos del famoso Txangurro Donostiarra. Su receta parece complicada, pero no lo es, es laboriosa, eso si. Os prometemos que el resultado es excepcional, no es muy muy caro y vuestros invitados no creerán que lo habéis hecho vosotros.
Antes de empezar una cosa a la hora de comprar centollos. Hay que asegurarse de que estén bien llenos de carne, algo de lo que ya se encarga La Cesta Fresca, pero si sirve de consejo, los vascos dicen que hay que elegir ejemplares que tengan el caparazón oscuro.
1. Cocinamos los centollos de uno en uno en una olla con abundante agua, 3 puñados de sal y una hoja de laurel durante 10 minutos para el tamaño que suministramos (o 1 minuto por cada 100 gramos de peso). Deja que se templen y mientras tanto, vamos picando el jamón, dos dientes de ajo, la cebolla, el puerro y el perejil y escaldamos y pelamos los tomates.
2. Este paso es el que hace la receta laboriosa, te aseguramos que cuando la hayas hecho más que una vez, te resultara muy fácil. De cada centollo quitamos sus piernas (si, son 10). Abrimos sus caparazones a mano, procurando que no se escape el jugo que contienen (lo guardamos). Sacamos la carne del cuerpo y de las patas (puedes ayudarte de unas tenazas). Debemos quitar las partes duras y los pequeños cartílagos que forman su aparato respiratorio. La carne reservamos en un cuenco de la cabeza y el jugo en un tazón. Pasamos los caparazones por agua y las reservamos para ser rellenado posteriormente.
3. En una sartén preparamos el sofrito a fuego lento con un poco de aceite de oliva, primero el ajo, la cebolla y el puerro y cuando toman color añadimos el tomate y el jamón. Incorporamos el jugo y vamos rehogando hasta que el sofrito quede espeso. Que olor! Antes de flambear añadimos la carne y el perejil y mezclamos.
4. Hora del espectáculo! Vertimos el brandy, encendemos y dejamos que el alcohol desaperezca. No hemos quemado la casa? Pues ya podemos rellenar los caparazones con la mezcla de txangurro. Si no queremos cocinar mientras los invitados estén es aquí donde acaba la preparación y reservamos la mezcla. Aunque el resultado es mejor cuando se come directamente después de su preparación.
5. Tapamos la mezcla de txangurro con pan rallado y sobre ella unas nueces de mantequilla. En el horno precalentado a unos 180 grados gratinamos los caparazones hasta que se doren. Vamos a sorprender esos invitados de manera grande!
Que bueno!