Este tipo de Albaricoque está pensado para satisfacer las necesidades tanto de empresas, colegios y colectivos en general como para el cliente particular. Son frutos de calidad extra, sólo que con un tamaño pequeño y  con un formato mínimo de dos kilogramos, especialmente pensado para poder mantener un precio económico. Tambien hay que tener en cuenta que la variedad puede cambiar  en función de la estación, existencias o de las fructuaciones del mercado.

El albaricoque es muy nutritivo y popular entre las personas golosas a dieta por su bajo índice glucémico. Es una fruta de forma redonda que tiene un surco característico en la parte media y una semilla en forma de almendra en el interior del fruto. Los tonos de su piel varían según la variedad entre rojizo, amarillo y anaranjado. Al tacto es suave y aterciopelado. Su carne, tierna y poco jugosa, tiene un exquisito sabor dulce cuando el albaricoque está maduro. Los albaricoques destacan por la abundancia de fibra, que mejora el tránsito intestinal. Su contenido de minerales, vitaminas y antioxidantes no es mucho menos importante. Destacan el potasio y provitamina A. Son frutas muy delicadas, por lo que han de tratarse con gran cuidado y precaución. Dejar que la fruta se madure a temperatura ambiente. En su punto de sazón, muy maduros, demuestran toda su finura y todo su aroma. Ya maduros, se pueden guardar en el frigorífico. El albaricoque se puede disgustar perfectamente fresco, pero a causa de su fragilidad, a menudo se elabora en conserva. Se emplea en tartas e en salsas.