Como la generalidad de las frutas, las moras son fuente de sales minerales y vitaminas, constituyendo así un importante aporte nutricional que podría incluirse en cualquier tipo de dieta.
Las moras son frutas de bajo valor calórico debido a su escaso aporte de hidratos de carbono, lo que las hace un alimento beneficioso ayudando al metabolismo.
Son especialmente ricas en vitamina C, conteniendo cantidades incluso mayores que las de algunos cítricos, hecho por el que las utilizan tanto los navegantes nórdicos como los Inuit americanos como protección contra el escorbuto. También son muy ricas en vitamina A, así como en potasio, aportando además, sobre todo las moras del género Morus, fibra alimentaria.
Las concentraciones varían dependiendo de uno u otro género y especie.
Las moras también contienen antocianos y carotenoides, asociados en diversos estudios a ciertas propiedades consideradas beneficiosas para el organismo.
Las frutas del bosque, o frutos rojos, son aquellas frutitas pequeñas, dulces y ácidas, jugosas e intensamente coloreadas sacadas de arbustos silvestres que nos proporcionan un sabor delicioso. En general tienen propiedades medicinales localizadas en la piel y en las semillas. Son fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. Además tenemos una gran variedad de frutas del bosque para elegir. Los arándanos tienen el sabor más ácido, mientras que las moras tienen un sabor agridulce. Las fresas del bosque, tienen un sabor único, intenso y dulce. Se consumen las frutas del bosque de cualquier manera, al natural o para decorar todo tipo de postres y proporcionar sabor a bizcochos, magdalenas o tartas. Podemos incluir los frutos rojos en salsas, ensaladas, como guarnición de carnes, en batidos, etc. Los helados y las mermeladas elaborado con frutas del bosque resultan deliciosos.