La morcilla de cebolla y piñones se prepara con la manteca, que se echa en un barreño grande y también la cebolla picada,los piñones, sal, pimienta, clavillo y canela; se amasa todo para que se mezclen bien las especias y se echa la sangre poco a poco, removiéndolo con un cucharón de madera. Hecha la mezcla, se fríe un poco en la sartén para observar si esta bien preparada y sazonada, y si no lo estuviere, se aumentara la sal o especias que se conozca necesite y enseguida se llenan las morcillas, dejándolas algo menguadas, para que no se revienten al cocerlas. Esta operación se hace en una caldera grande, dispuesta con agua tibia, en la que se echaran las morcillas poco a poco, cuidando que no estén muy apretadas, y ya que estuvieren todas, o las que cómodamente quepan, se ponen a cocer a lumbre fuerte; después que cuecen un rato las morcillas, se las pica con una aguja atada a un palo de hinojo, para que salga el aire que tuvieran dentro y se modera un poco el fuego; cuando al pizcarlas no salga sangre, es señal de que están cocidas y se sacan con cuidado, poniéndolas en un lienzo extendido en una mesa, se enjugan con otro y se cuelgan a secar.