El queso azul se caracteriza por su fuerte sabor, porque suele ser picante y algo salado, por su textura suave ideal para untar en pan, y porque su olor es generalmente fuerte. Este sabor y olor intenso suele ser el motivo de que esta variedad de queso cause rechazo en un primer momento, sin embargo su sabor especial es uno de los más apreciados por los gourmets del queso.
Pero vamos a hablar de aspectos del queso azul no tan conocidos. La denominación “queso azul” se refiere a una clasificación general de aquellos quesos de leche de vaca, de oveja o de cabra que tienen en su pasta cultivos de penicillium, un hongo común en suelos que interactúa con el queso. Esta presencia de hongos da origen a ese color entre azul y gris-verdoso característico. Para conseguir la proliferación de estos hongos o mohos los quesos se curan y almacenan en lugares con humedades muy elevadas, por esta razón las cuevas han sido tradicionalmente un excelente lugar para producir esta clase de queso.
La leyenda dice que el origen del queso azul se debe a un campesino que olvidó un pedazo de requesón de leche de cabra en una cueva, y después de una semana lo encontró con un intenso color azul y una textura diferente.